A principios del siglo XIX, se generó un movimiento artístico que hoy se conoce como romanticismo. Sus influencias comenzaron a hacer efecto en los compositores alemanes. En ese momento se buscaba definir la identidad alemana.
Las fuentes de inspiración también llegaron de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y de mitos redescubiertos de la época medieval alemana. De ahí, comenzó a surgir lo que se conoce como ópera romántica alemana.
Carl Maria von Weber: la estrella en la composición de ópera alemana
La ópera que más impacto causó en el mundo y que marcó el estilo de la ópera alemana fue Der Freischütz de Carl Maria von Weber. Esta obra fue el resultado de lo que este compositor había estado buscando por años: establecer un estilo de ópera alemán, sin influencias italianas o de otros países. Esta obra está basada en una leyenda del Gespensterbuch de Johann August Apel y Friedrich Laun.
Otros compositores de la época fueron Heinrich Marschner, quien incorporó detalles del arte gótico a sus obras. Así también, destaca Albert Lortzing con su ópera cómica que se vio reflejada en Zar und Zimmermann.
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